10/3/2010

05/03/2010 | El Diario Montañés | JESÚS ORIA

Este tema suscitó el debate entre los miembros del Consejo, algo lógico y propio de este órgano consultivo, y también diversas reacciones en otros foros y colectivos de cazadores. La Federación Cántabra de Caza, como máximo representante de los cazadores deportivos de nuestra Comunidad, ya había expuesto por escrito antes de la reunión del Consejo su oposición a dicha medida, fundamentando su postura en la no existencia de informes científicos que avalasen la necesidad de anticipar el cierre de la temporada y en la importancia que la becada tiene para los cazadores cántabros por la escasez de otras especies de caza menor.
Tras analizar con el equipo de la Dirección General de Biodiversidad las alegaciones realizadas en el Consejo, los datos disponibles sobre la situación de la becada y los criterios para su gestión, considero oportuno hacer públicas algunas consideraciones sobre este asunto.
Como primera cuestión, básica y esencial, y que es el eje vertebral de la actuación de la Consejería en materia cinegética, es que la caza en el siglo XXI sólo es legal y éticamente admisible si es compatible con la conservación de las especies y sus hábitats; para ello, la regulación de la actividad cinegética debe basarse en la mejor información científica y técnica disponible y articularse dentro de la plena seguridad jurídica.
Las opiniones basadas en la mera experiencia personal son respetables pero no son ni doctrina, ni norma; los cazadores deben entender que por mucho que su afición les haga conocedores de las especies o de su medio, no pueden pretender que sus valoraciones se conviertan en medidas de gestión. La propia Federación Cántabra de Caza lo entendió así hace tiempo, impulsando el Proyecto Becada en el que participaron cazadores ofreciendo sus datos, pero en el que fueron técnicos los responsables de analizar la información y realizar las propuestas correspondientes.
Además del Proyecto Becada, existen otras fuentes de información sobre la situación y la gestión de la especie que los técnicos de la Dirección General de Biodiversidad han analizado tal y como se informó a los miembros del Consejo. Sin ánimo de ser exhaustivo, la mejor información disponible sobre la migración prenupcial de la becada en España señala que a partir de mediados de febrero las becadas están ya en plena migración prenupcial. ¿Por qué este dato es tan relevante?: pues porque tanto la Directiva Aves, como la legislación básica estatal y la legislación de Cantabria, establecen la prohibición de cazar las aves migratorias durante dicha migración prenupcial. Por tanto, en ningún caso, y con los datos disponibles en estos momentos, la caza de la becada se puede extender más allá de mediados de febrero.
¿Por qué entonces existe debate entre cerrar a final de enero o el segundo domingo de febrero?: porque el inicio de esa migración prenupcial no es un hecho que se desarrolle a partir de un día fijo, sino que es un fenómeno muy variable y para el que sólo podemos establecer períodos de referencia, nunca fechas fijas, lo que casa mal con la necesaria precisión que ha de tener una normativa. Con los datos existentes en este momento, entre mediados del mes de enero y mediados del mes de febrero, podemos fijar una fecha de cierre con un elevado grado de certidumbre de no afectar a la migración prenupcial.
Cuando la Consejería presentó la propuesta de adelanto del cierre a finales de enero lo hacía, como se explicó en el Consejo, con el objeto principal de hacer coincidir nuestra fecha de cierre a la de la mayoría de las Comunidades, si bien éramos conscientes, como también se manifestó en esa reunión, que no estaba asegurado que las demás Comunidades fueran a armonizar también otros aspectos de la gestión, como por ejemplo el número de días de caza o la presión cinegética, en los que existen también diferencias notables.
Precisamente para intentar reducir esas divergencias, hace ya algún tiempo las Direcciones Generales competentes en materia de caza y pesca de la mayor parte de las Comunidades Autónomas del norte de España decidieron crear un foro técnico de intercambio de ideas y propuestas, con el objetivo de lograr una gestión coordinada de la caza y la pesca con respeto absoluto, como no puede ser de otra forma, a las competencias exclusivas que en estas materias ostentan las Comunidades. En ese foro, denominado Comité Interautonómico de Caza y Pesca, la gestión de la becada ha sido uno de los asuntos protagonistas, hasta el punto que el Comité se ha planteado la elaboración de un 'Plan de Gestión de la Becada' que sea adoptado libremente por todas las Comunidades que participen en su elaboración. Como primer paso hacia ese futuro Plan de Gestión, nueve Comunidades, entre ellas Cantabria, encargaron en 2007 un primer proyecto al Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad de Castilla-La Mancha) titulado 'Estudio interautonómico sobre la becada en España' que ha finalizado hace unos pocos meses.
El estudio define como elementos clave para la gestión de la becada en España, realizando propuestas para armonizar todos ellos, los siguientes: fechas de apertura y de cierre, número de días de caza, cupos de captura, presión de caza y áreas vedadas; además, en las conclusiones se aboga por adoptar protocolos comunes en olas de frío (que Cantabria ya ha aplicado este pasado mes de enero) y por modelos de gestión coordinada entre Comunidades y también con otros países, esencialmente Francia.
En esa línea vamos a trabajar en Cantabria con el resto de Comunidades y no ya sólo en el citado foro técnico, sino dentro del Grupo de Trabajo sobre Especies Cinegéticas y Piscícolas que ha impulsado la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, el órgano consultivo y de cooperación entre el Estado y las Comunidades Autónomas; el Grupo ha celebrado su primera reunión constitutiva en Madrid el día 25 de febrero, dos días después del Consejo de Caza.
Considero imprescindible la máxima coordinación en la normativa que afecta a la becada entre todas las Comunidades españolas, en primer término, y con los demás países europeos; pero esa coordinación debe extenderse al conjunto de medidas de gestión de la especie y no sólo a la fecha de finalización de la temporada: fecha de apertura, cupos, días de caza, áreas de reserva, protocolos en olas de frío y seguimiento poblacional. Será en el seno del Grupo de Trabajo en donde deban establecerse las bases técnicas para esa coordinación; el Grupo ha reconocido la labor del Comité Interautonómico a lo largo de estos años, por lo que Cantabria va a plantear que se aborde la redacción del 'Plan de Gestión de la Becada' como proyecto piloto que sirva de referencia para avanzar en la gestión coordinada de todas las demás aves cinegéticas migratorias.
Teniendo en cuenta todos estos elementos que he expuesto, la Orden Anual para 2010-2011 que se publicará en el Boletín Oficial de Cantabria en las próximas semanas, establece como fecha de cierre de la temporada de caza de la becada en 2011 el día 13 de febrero. Cuando la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad asuma las propuestas que realice el Grupo de Trabajo, Cantabria adoptará todas las medidas que sean consensuadas y se consideren necesarias para asegurar la conservación y la caza sostenible de la becada.
Finalmente una reflexión: flaco favor se le hace a la caza y la imagen del colectivo de cazadores confundiendo el debate constructivo (por muy intenso que sea y por muchas discrepancias que existan) con la descalificación personal, amenazando en lugar de argumentando, o trasladando de forma demagógica el análisis que debe realizarse en el seno de un Consejo consultivo a determinados medios de comunicación. No faltará quien confunda el consenso con la debilidad o el diálogo con la falta de criterio: esta Consejería ni comparte esas actitudes ni va a considerar nunca como interlocutores válidos a los que se empeñen en usar ese tipo de presiones.

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Por Alex Cuadros